¿Con qué auctoridad habéis hecho tan detestables
guerras a estas gentes que
estaban en sus tierras mansas
y
pacíficas,donde tan infinitas dellas, con
muerte
y estragos nunca oídos habéis
consumido?
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Cuando nos acercamos a los
procesos de conquista en América podemos asombrarnos al redescubrir todo lo que
vivieron nuestros pueblos originarios que en la mayoría de los casos fueron
vistos como menos que animales; teniendo que “afirmar que matar a estas gentes
era más pecado que matar chinches” (H. II, 175 a). Por eso no había ningún tipo de
miramiento a la hora de arrasar (entiéndase matar) y obligarlos a renunciar a
todas sus costumbres, riquezas, familias, etc.
Podríamos pensar que fuera de
las luchas que se dieron por defenderse a sí mismos, no hubo una voz que se
levantara para defender lo que los enviados de la corona hacían; sin embargo al
poder leer uno de los escritos más valiosos como lo es el Texto del Sermón de
Antón de Montesino, según Bartolomé de las Casas es realmente impactante, pues
este que se atrevió a levantar la voz por estos pueblos fue un fraile apoyado
por toda su comunidad religiosa, ellos fueron esa voz que clamaba en el
desierto.
Este sermón vendría a ser el
punto de partida de toda una controversia por defender a los indios, estos
religiosos Dominicos juntaron el derecho con el hecho, haciendo una reflexión
partiendo del conocimiento de la situación que se vivía y confrontarlo con la
“ley de Cristo” y esto con el objetivo de que se reconozca a los indios como
personas y como consecuencia de esto que se le respeten los derechos
correspondientes, podríamos decir entonces que la clave para comprender el
llamado hecho por Montesino es la perspectiva evangélica ante la cual no se
conocen límites ni jurídicos ni filosóficos, sino una única
norma-regla-exigencia: el amor al prójimo.
Lo que preocupaba a los más
grandes de ese momento era que este reclamo fuera a desencadenar un giro en el
orden social y por eso era necesario detenerlo, pues no servía a la mentalidad
conservadora que las cosas cambiaran sino que lo que se buscaba era que todo
siguiera como siempre, pues cualquier cosa “nueva” era entendida por falso, y
fue bajo este pretexto que se intentó acallar a los frailes para que no
siguieran denunciando la explotación de los indios ni cuestionaran el derecho a
oprimirlos; y lo que buscaban los religiosos con este sermón era “evitar el mal
inminente: el que fueran destruidos totalmente”.
Se dan asi entonces una serie de
pugnas entre poder- justicia, opresores- oprimidos desde la bofetada de una
vivencia cristiana y la exigencia del amor como requerimiento básico entre unos
y otros.
Basado en el TEXTO DEL SERMÓN DE ANTÓN MONTESINO SEGÚN BARTOLOMÉ DE LAS CASAS Y COMENTARIO DE GUSTAVO GUTIÉRREZ
Es lamentable como aún hoy se siguen dando esas pugnas... tal vez no de manera tan incruenta, pero es una realidad que permanece y que parece no tiene salida´a corto plazo!
ResponderBorrarAquí entra un tema importante, que es la razón, es decir, si una persona es capaz de razonar es por ende humano, y si es humano, no debe porque ser considerado menos persona que otra.
ResponderBorrarComo bien lo mencionas Julio, este tema fue toda una controversia,ya que, en su momento no eran considerados como tales, a nivel personal pienso que la entrada a la universidades fueron fundamento para mirar la capacidad del indígena, y ante estas capacidades reconocer que al igual que el Español es digno de respeto.